A muchos el hecho de ser DJ puede parecerles divertido y un trabajo relativamente fácil de hacer, pero como todos los oficios, tiene sus pros y sus contras. No solo hay que dominar la tecnología y la técnica, tener un fino oído y una gran capacidad de observación, sino que además, hay que soportar carros y carretas más veces de las que uno puede pensar. Si no quieres convertirte en esa persona que entorpece y pone a prueba la paciencia de estos profesionales de la música, te recomendamos que leas los siguientes consejos sobre lo que NO debes hacer: evitar las 10 peticiones más odiadas por los DJs…
Oye pues genial colega. Felicidades, pero la discoteca entera no debe «sufrir» tu gusto musical personal solo porque para tí sea una fecha especial. Monta una fiestecita en casa y allí pones el disco entero de Ketama si te apetece 😉
Pedir una canción de gusto personal al DJ ya entorpece su trabajo, pero si encima ni siquiera sabes la letra o el título, el tiempo que le haces perder y la desconcentración que le causas llega a límites insospechados. Al menos infórmate previamente, googlea, pregunta a tus amigos, pero no acoses al DJ, recuerda que es una persona que está trabajando, no es un Ipod ni Shazam.
¿Pedirías un tema de David Guetta en un club de salsa?, ¿a que no?, pues con esto, tres cuartos de lo mismo. Si no te gusta el género que se lleva en esa fiesta o local, la opción más sana para ti y para todos, es que te vayas a otro. Ni tú te aburres ni el DJ pierde el tiempo.
Da igual las copas que lleves encima. Aunque hay equipos en los que se puede hacer lo que pides, esa petición es absurda y está muy fuera de lugar. La consola del DJ es un aparato de trabajo muy delicado, caro y no está ahí para ti en exclusiva, al igual que no lo está el trabajo del DJ.
Pero si te giras y miras al público verás que sí hay gente que baila, y mucha de hecho. El que a ti no te guste lo que suena no significa que al resto del público le aburra. No recurras a esa frase más que trillada o al típico gesto en la distancia que le hace ver al DJ que quieres que cambie de canción. De verdad, te va a ignorar y encima le caerás mal.
Que te entre en la cabeza que un DJ es un trabajador serio, con un sueldo y un orgullo. No hace su «numerito» por limosnas cual artista callejero. De hecho resulta hasta ofensivo que llegues con esa altanería pretendiendo que el DJ baile al son de tus billetes. No intentes esta táctica bajera y evitáte pasar vergüenza o cabrear al DJ. Aunque bueno, también conocemos a DJ’s que aceptan este tipo de «propinas» XD.
Cuando los amigos del DJ le hacen esta petición, le generan un buen marrón. Si dice que no, queda mal, y si dice que sí pero no hace «precio especial», es aún peor. Las BBC (bodas, bautizos y comuniones) no son eventos que un DJ profesional disfrute por norma general, a no ser que se dedique exclusivamente a ello. No le pongas en ese compromiso.
Pregunta: ¿le pedirías a un carpintero que ponga sus materiales, su tiempo, su esfuerzo y su talento en hacerte unas puertas para tu casa… gratis? Adivino tu respuesta, «por supuesto que no, sería tener mucha cara». Pues al pedirle a un DJ una sesión, así porque sí, estás haciendo lo mismo que en el ejemplo del carpintero.
Todo tiene su momento y su razón de ser. Si es un buen DJ al que le estás haciendo tal solicitud, se habrá hecho su esquema mental y estructura de como debe ir la noche para agradar al mayor número de clientes posible. Si ya ha puesto un tema en un momento determinado, por algo sería, y es muy probable que ponerlo de nuevo sea más un desacierto que un atino, así que, déjale hacer y cuando salgas del local, te pones ese tema en tu coche 20 veces seguidas si te apetece.
Pues ve a donde pincha ese DJ «fulanito» y pídele los temas a él… ¿A tí te gusta que en tu trabajo te comparen con tus compañeros?, pues piensa antes de actuar o de hablar, y recuerda que por estar de fiesta no hay que olvidar que esa persona está ahí trabajando y merece respeto.
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Como verás, los usuarios generamos muchas situaciones molestas para un DJ. Estos son solo unos ejemplos de cosas que entorpecen su labor, y que, por desconocimiento, casi todos nosotros hemos hecho en alguna ocasión. Este post es un pequeño recordatorio que te ayudará a tí y al profesional, a terminar esa noche de fiesta (y de trabajo) de forma amena y satisfactoria. Sin molestias para unos y sin sinsabores para otros.