La pequeña sufrió una hemorragia cerebral que la dejó en estado de coma. A pesar de que los médicos la operaron en repetidas ocasiones, comunicaron a la familia que las esperanzas de que la niña despertara eran poco probables. La madre de Charlotte creía que iba a perder a su hija, y un día se sentó en la cama junto a la pequeña y empezó a sonar en la radio la canción de Adele «Rolling in the deep», y la madre empezó a cantarla, ya que su hija era muy fan de la artista y solían cantarla juntas.
Al escuchar a su madre cantando, Charlotte empezó a sonreír, siendo ésta la primera vez que la niña reaccionaba a un estimulo tras haber sufrido la hemorragia. Los médicos y enfermeras quedaron asombrados ante el hecho, y animaron a la madre a que continuara cantando, y la pequeña de nuevo, volvía a sonreír.
A partir de ese día, la niña comenzó un proceso de recuperación increíble. Su madre dijo que la música es una parte muy importante en la vida de Charlotte y califica como milagro, el efecto de la música en la evolución física de la pequeña.
Una vez más, parece que se comprueban los poderes curativos de la música. Son muchas las historias de pacientes que despiertan del coma tras escuchar una determinada canción, por éste motivo, un grupo de neurocientíficos en Francia está investigando el tema más a fondo. Lo que demostraron en su investigación fue que la música potenciaba la respuesta a los estímulos y que las señales cerebrales eran más claras. El cerebro de algunos pacientes en coma emite una señal de reconocimiento (denominada P300) cuando alguien pronuncia su nombre. Y la respuesta se multiplica si el estímulo iba precedido de la música que el paciente solía escuchar y que le era familiar.