La música para gimnasios: un elemento imprescindible a tener en cuenta

Los beneficios que tiene la música abarca muchos sectores. No solo para un restaurante, en el que se quiere conseguir un ambiente distendido donde los comensales disfruten de cada bocado acompañado de una melodía agradable. La música para gimnasios, incluso, es mucho más importante.

En este post veremos cuáles son los aspectos en los que incide la música para gimnasios y cómo seleccionar aquella adecuada para cada situación o momento.

5 aspectos donde influye la música para gimnasios

En un artículo realizado por Costas Karageorghis y David-Lee Priest, de la Universidad Brunel, publicado por The Sport Journal, los autores destacaron 5 aspectos donde la música puede llegar a influir en la preparación y en las competiciones.

1. Disociación

La música ayuda a mitigar la sensación de cansancio o fatiga en los ejercicios de baja y media intensidad.

Eso sí, en aquellos donde la implicación es mayor, es decir, en los ejercicios de alta intensidad, la atención está centrada en los procesos fisilógicos, tales como la respiración.

Aún así, la música sí tiene un efecto importante en el cómo se está sintiendo en ese momento el deportista, ya que hace que considere el ejercicio más placentero.

2. Regulación de los niveles de estimulación

Es capaz de modificar los estados de excitación emocional y psicológica. Esto quiere decir que se pueden emplear para estimular al organismo para realizar ejercicio o por el contrario utilizarla para volver a la calma tras la sesión de actividad.

Por ello, muchos deportistas o monitores, emplean una música con un ritmo más animado para activar en los momentos de mayor esfuerzo. Y, una música más calmada o suave, para que el cuerpo vuelva poco a poco a un estado de intensidad menor.

3. Sincronización

Según la investigación realizada por Karageorghis y Lee, la sincronización de la música y el ejercicio repetitivo se asocia a un aumento del rendimiento.

El ritmo de la música puede ayudar a regular los movimientos y así prolongar el tiempo de realización del ejercicio. Actividades como remo, ski, ciclismo y carrera.

En otro estudio en el que participó Karageorghis en 2008, se comprobó que los ciclistas participantes que pedaleaban al ritmo de la música requerían un 7% menos de oxígeno que aquellos que realizaban el mismo ejercicio pero con música asincrónica.

4. Adquisición de habilidades motoras

Hay hasta 3 explicaciones posibles sobre por qué la música para gimnasios mejora las habilidades motrices:

• Crea un ambiente más divertido, aumentando con ello la motivación para mejorar nuestras habilidades.
• La música replica las formas del movimiento del cuerpo humano.
• Ciertas letras, si se seleccionan correctamente, pueden reforzar aspectos esenciales en una técnica deportiva.

Es por ello que afirman que la música puede influir muy positivamente en la adquisición de las habilidades motrices.

5. Fluidez

Existen varios estudios que demuestran que la música puede ayudar a conseguir un estado de fluidez.

En uno de ellos, donde se encontraban representados los factores incorporados a la Flow State Scale (FSS) de Jackson and Marsh, los participantes demostraban estados perceptivos de fluidez en tareas realizadas con música en comparación con grupos de control donde no había.

Música para gimnasios: ritmo adecuado a cada situación

Como ya hemos visto el ritmo y la velocidad de la música puede determinar el rendimiento que se va a tener, es por ello que hay que prestar especial atención a la que seleccionamos.

Así que tener ciertas pautas para lograr una música adecuada a cada momento determinado de la actividad es importante.

En este caso vamos a poner de ejemplo los ejercicios que se realizan de forma grupal, donde hay que saber elegir las canciones adecuadas para que el cuerpo esté acorde con la melodía y se consiga lo que se quiere en cada momento de la actividad.

• Calentamiento: aquí hay que ir preparando al cuerpo para la actividad que se va a realizar después. Así que la música debería ser de una velocidad media en los ritmos, como la salsa o la música pop.
• Desarrollo de la actividad: durante el desarrollo hay que elevar el ritmo de la música para animar al cuerpo a seguir adelante y no parar. Se usará una melodía más rápida y movida que la del calentamiento. Generalmente se recomienda música electrónica, dance, hip-hop, etc.
• Vuelta a la calma: en esta fase se vuelve al estado habitual, por ello es importante utilizar música más relajada y lenta para conseguir el descanso por el esfuerzo ejecutado y la relajación total de todas las partes del cuerpo. Al ser una melodía suave y de movimientos lentos, las canciones más adecuadas son chill-out o sonidos de la naturaleza.

Como hemos repetido en muchas ocasiones, la música es un elemento de especial importancia en muchos sectores y a la hora de realizar ejercicios, quizás más.

Así que es necesario prestar atención a la música para gimnasios que seleccionamos y tener en cuenta todo lo anterior. Los tiempos y los momentos son claves para realizar un ejercicio adecuado.

¿Qué otros consejos nos puedes aportar? ¿Qué tipo de música empleas para tu gimnasio? Cuéntanos tus opiniones y experiencias en los comentarios, estamos deseando leerte.

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Información: Vitónica y Margalates