Hace no mucho te contábamos cómo podías realizar el pago de las licencias SGAE a través de Internet. Ya sabemos que su política de comunicación pública no es muy transparente, pero eso no nos excusa de realizar el pago a SGAE.
Por eso, son muchos, y no le sobran motivos viendo la cantidad de caso de corrupción en SGAE, que no quieren pagar a las gestoras o se preguntan porque deben pagar por poner música en su negocio, si ya han pagado religiosamente por adquirir la música.
Para esclarecer este asunto que a todos nos preocupa, en este post vamos a realizar un símil sobre el hecho de que una persona se quiera excusar de pagar su consumición en un restaurante o cafetería con el que no se quiera realizar el pago a SGAE.
A ver que pasaría, ¿te lo imaginas?, vamos a ello.
Seguramente te estarás preguntando: ¿y qué tiene que ver un café con una canción? Pues es muy sencillo. Cuando vas a tu cafetería favorita y te pides ese café que tan bien huele y que tan rico sabe, lo pagas sin pensarlo.
Pues lo mismo pasa con las canciones. Cuando pones tus canciones favoritas en tu establecimiento, esas que te despiertan sensaciones y emociones increíbles, tampoco deberías pensarte pagarlas. No hacer el pago a SGAE significa no pagar por el trabajo de ese conjunto de personas que han hecho esa melodía posible.
Para que puedas disfrutar de un rico café o de una melodía que te ponga los bellos de punta, primero se debe «crear».
En el caso de café, el agricultor se dedica a preparar la tierra para proceder a la siembra. Observa las temperaturas, porque sabe que como el café es una planta subtropical, necesita una temperatura comprendida entre 18-24 grados.
Está atento a todo y mima la tierra en la que va a cultivar su querido café. Cuando llega el momento, se planta su sombrero y se dispone a sembrar las semillas. Después, le queda seguir mimando su tierra y esperar a que germinen esas semillas.
Las canciones, en cambio, son un poco diferentes. Su proceso de creación comienza con la búsqueda de la tan preciada musa e inspiración. La creatividad es importante, pero los sentimientos y aquello que quiere transmitir más.
El compositor busca su fuente de inspiración, donde el tiempo no tiene importancia. Busca dentro de él, de sus emociones, de lo que quiere transmitir. Escribe, borra, escribe, borra hasta que fluye y comienza a escribir sin para multitud de letras que darán vida a esas canciones.
Cuando la futura canción entra en el proceso de pre-producción, comienzan a participar más personas. El productor musical, el compositor, el músico (si no es el mismo que el compositor), el arreglista, etc.
Aquí comienzan una serie de reuniones donde se planifica el trabajo y los tempos, los arreglos que va a llevar la melodía, los instrumentos que tendrá y en qué momento saldrá, los ensayos y las grabaciones de las maquetas.
Mientras todo ese proceso se está realizando, el agricultor se prepara para recolectar el fruto del café. Se enjuta los guantes y, junto a otros compañeros que le ayudarán, se dedican a recolectar baya a baya la flor del café.
Tras esto, proceden a despulpar el fruto. Este es un procedimiento muy importante, ya que de aquí dependerá también la calidad del café. Por eso, separan el fruto carnoso del grano del café con total dedicación y delicadeza.
Ahora el agricultor y los demás implicados en el proceso del café, se dedican a fermentar sus granos. Los dejan en reposo, para que se fermenten y vayan tomando la coloración y maduración necesarias para poder procesarlos.
Posteriormente, proceden al lavado de los granos. Aquí, retiran los restos de fruto que hayan podido quedar adheridos a los granos del café y eliminan los azucares que tenga el mismo.
Mientras tanto, en el estudio de grabación se comenzará con la fase de producción. Se realizarán sesiones de grabación, donde reine un ambiente relajado para que todos se sientan a gusto. Los instrumentos se afinarán, los auriculares se podrán a un volumen adecuado y la concentración estará en su máxima plenitud.
El elenco de producción realiza diversas tomas de cada canción y corrige pequeños errores que se producen en la ejecución. Seleccionan las mejores tomas y, tras grabar coros y bases, el cantante pone la voz principal. La canción que te va a poner los vellos de punta, está casi lista.
Cuando finaliza la grabación de la canción, se procede a la edición de la misma. El productor musical, el técnico de sonido y el compositor o artista, se unen para seleccionar las tomas definitivas, eliminar ruidos molestos y corregir ciertos detalles.
Se colocan los instrumentos en los distintos planos sonoros y se procede a la fase de masterización. Tras todo este proceso, la canción y letras que salieron de la mente del compositor llegan a tus oídos, a tus sentidos y te despiertan las emociones.
Entretanto, el agricultor ha puesto a secar los granos de café al sol para poder conservarlos con mayor facilidad. Extrae la cáscara y procede a clasificar el café según su tamaño y número de defectos, para poder empacarlo y transportarlo.
Llega el momento final, donde se tuestan los granos de café para que terminen de quedar con la forma necesaria, pero sobre todo, con su increíble sabor. Ahora, tras todo el proceso, estás sentado en tu cafetería habitual, tomándote ese delicioso café que con tanta dedicación se ha elaborado.
Imagínate que esa persona que está disfrutando de ese café que tanto trabajo ha costado traer hasta su mesa, coge y disimuladamente se va y no paga. Quizá un café te daría igual, pero cuando ya sean 8 o 9, ¿puede ser que te comiences a mosquear?
Lo mismo pasa con aquellos artistas, cantantes, productos, editores, arreglistas, instrumentistas, etc.; que no ven su esfuerzo recompensado, al no recibir sus honorarios por la difusión de la comunicación pública, porque muchos se niegan a realizar el pago a SGAE.
El esfuerzo, el cariño, las ganas y la pasión que le han puesto para que esa canción se escuche varias veces en tu local y tus clientes disfruten de ella, tiene que verse recompensado de alguna forma. Y el pago de las licencias de SGAE, es una manera.
Quizá luego no estemos de acuerdo con sus políticas, con sus procedimientos y su poca claridad de información, de acuerdo. Pero hay muchos artistas que viven de esos cánones que cobran por la reproducción de un trabajo que tanto sudor les ha costado, y al igual también están descontentos con el tratamiento de la SGAE.
Es verdad que no hay mucha información sobre el pago a SGAE y la que hay, es como leerse la composición de un medicamento, nadie se entera. Por ello desde OriginalMusic informamos a nuestros clientes de cada paso y hemos preparado una guía digital, con lenguaje natural, para aclarar todas las incógnitas y dudas en cuanto a la legalidad musical en su negocio.
Por eso, excusarse del pago a SGAE si reproduces canciones que están bajo su amparo, no debería ser una norma. Si no quieres pagarle tienes otras posibilidades, solo tienes que escuchar en tu negocio música libre de derechos de autor o que no se encuentre en su repertorio.
Pero y tú, ¿qué piensas al respecto? ¿Qué te parece este símil que hemos hecho entre el café y el pago a SGAE? Cuéntanos tus opiniones en los comentarios, estamos deseando leerte.
Y recuerda que en OriginalMusic te asesoramos para que mejores la gestión musical en tu negocio. Si quieres saber los servicios que tenemos disponibles para ti, puedes encontrarlos aquí. Cada uno de ellos han sido pensados para que se adapten a diferentes necesidades tuyas y de tu negocio.
Consúltanos sin compromiso y nota la diferencia. Y, sobre todo, ten en cuenta que OriginalMusic es la efectiva #GestiónMusical para los negocios 😉
Información: Innatia
