Quien ha trabajado en horario nocturno habrá oído en alguna ocasión aquello de “madre mía, pobre, vas al revés del mundo”. Pero, ¿hasta qué punto es cierta esta afirmación?
Pongamos el ejemplo del empresario que se levanta a las ocho de la mañana y prolonga su jornada laboral durante unas nueve horas. Esta persona trabajará hasta las cinco de la tarde y no es hasta entonces cuando su actividad social da comienzo. Ahora pensemos en un DJ que entra a trabajar a las doce de la noche y que, como en el caso anterior, trabaja durante nueve horas, acabando a las nueve de la mañana. Esta persona se irá a dormir hasta, pongamos las cuatro de la tarde, comenzando su actividad social en ese instante… ¡Un momento! Bien pensado, ambos profesionales no difieren tanto en su rutina social, ¿no?… Por lo tanto descubrimos que, en realidad, los trabajadores de la noche no van tanto al revés del mundo como se cree.
De cualquier forma sí es cierto que el trabajo de noche lleva adscrita una serie de desventajas con respecto al trabajo realizado durante el día. Por ejemplo…
- Desvelos: mayormente producidos por ruidos, interrupciones y demás molestias que el entorno genera durante el día y que, al trabajador noctámbulo le afectan sobremanera. A nadie se le ocurriría llamar al timbre a las cuatro de la mañana pero sí a las una de la tarde… ¡imaginaos el sobresalto para quien duerme a esa hora!
- Trámites importantes: bancos, correos, oficinas de empleo, institutos… todos abren en horario diurno y muchos de ellos solo por la mañana, dejando en una situación muy difícil a los trabajadores de la noche.
- Envejecimiento acentuado: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha demostrado que quienes trabajan de noche envejecen cinco años por cada quince años de trabajo nocturno. Esto es debido a que nuestra preparación mental y física desciende durante esas horas, provocando un mayor grado de concentración y desgaste, situación que, con el paso de los años, termina por agravarse.
- Alteraciones biológicas y psicológicas: alimenticias, de sueño, inmunológicas, estrés, fatiga, memoria…
todo ello dependiente, claro está, de las características de cada persona (influyen la edad, condición física, tiempo de trabajo nocturno…etc) - Tratos «non gratos»: esto puede pasar en cualquier turno y trabajo, pero es especialmente común tener que tratar con personas ebrias poco razonables si trabajas en discotecas, pubs, etc..
Estos aspectos negativos suelen ser los que casi todo el mundo tiene en mente al hablar del trabajo de noche, pero no hay que olvidar que también existen múltiples ventajas tales como…
- Sueldo y vacaciones: los trabajos nocturnos se suelen pagar mejor en comparación con los diurnos (entre un 10 y un 15% más), además pueden aparecer reducciones de jornada o días de vacaciones extra debidos a la nocturnidad.
- Ahorro de tiempo en los desplazamientos: al transitar de noche hay menos tráfico y casi ninguna retención. Eso sí, en fines de semana pueden aparecer más controles de seguridad.
- Turnos domésticos: el cuidado de los pequeños o las tareas de casa pueden realizarse proporcionalmente si se organizan bien los turnos de trabajo y sueño de cada padre o madre.
- Diversión: de nuevo me remito a los casos de empleos en discotecas y locales de noche, donde, por el ambiente, es muy probable que pases ratos divertidos, conozcas a mucha gente y te permitas el lujo de trabajar ambientado (musicalmente hablando…)