Casi todo el mundo recurre al silbido para tararear la melodía de alguna canción, y parece que a los músicos esto también les sucede, de hecho, muchos artistas han compuesto canciones con silbidos muy famosas, y pasamos a recordar algunas de las canciones con silbidos más conocidas.
Las mejores canciones silbadas de la historia
El silbido es el sonido melódico natural más básico que existe, y casi cualquier persona es capaz de realizar. Como dijimos anteriormente, algunos músicos utilizan el silbido a la hora de componer la melodía de la canción que tienen en mente, y en numerosas ocasiones incorporan este sonido natural del hombre en sus canciones. A continuación, os mostramos algunas de las canciones silbadas más exitosas de la historia, ¿las conoces?
Bobby McFerrin – Don’t Worry Be Happy
Se trata de una de las canciones con silbidos más conocidas por su estribillo pegadizo. Bobby McFerrin quiso transmitir con su tema «Don´t Worry Be Happy» (No te preocupes, sé feliz) un mensaje de positividad y buen rollo.
Scorpions – Wind Of Change
Wind of Changes se considera un himno a la paz y a la libertad, ya que fue participe de un cambio en el mundo tras finalizar la Guerra Fría, inmortalizando un momento donde una canción puede ser el mejor arma para combatir el horror de la guerra.
Guns N’ Roses – Patience
Patience es una de las baladas del rock más bellas y también una de las más melancólicas que compuso la banda Guns N’ Roses. Comienza con una melodía silbada en tono romántico e intimista y pasa a un final algo triste y nostálgico, como de algo que se perdió y se necesita recuperar.
Bob Sinclar – Love Generation
B.S.O. La muerte tenía un precio
Una de las canciones con silbidos más famosas del cine sin duda es la que pone la banda sonora a la película «La muerte tenía un precio», compuesta por Ennio Morricone en 1965.
Otis Redding – (Sittin´ On) The Dock Of The Bay
La popularidad de «(Sittin’ On) The Dock of the Bay», lo ha convertido en una canción muy versionada a lo largo de la historia, y por desgracia, éste fue el ultima tema que grabó Otis Redding antes de su prematura muerte, con tan solo 26 años.
hay mejores que varios de los aquí mencionados